¿Qué hay de extraño en esta inocente foto citadina?
¿nada?
Es normal sacar birlos si, pero fijese usted en el artilugio escultórico de bienvenida al changarro. Hablando en términos propios es un busto a la inversa, es decir, en vez del pecho para arriba, es del pecho para abajo. Esta interesante joya del arte desconocido está tallada en un arbol, completada con yeso y pintada de manera realista. Veamos un zoom:
¿Aprecian la plástica? No bueeeeeeno!
*imaginense ahora: la adopción del busto a la inversa para recordar personajes ilustres, es decir, entras al jardín de, por ejemplo Frida Kahlo y te encuentras su busto a la inversa, o que en Palacio Nacional estuviera el busto a la inversa de Benito Juarez y de Miguel Hidalgo... reflexionemos en silencio